Francia: Menos insolvencias, pero aún bastantes "zombies"

El número de insolvencias corporativas en Francia sigue descendiendo en el comienzo de 2018: -8,3% anual a finales de enero. 

Este buen desempeño se inscribe en un contexto de fortalecimiento del crecimiento en 2017 (a 2%).

Mientras que el conjunto de los sectores se ha beneficiado del dinamismo de la actividad y ha registrado una caída de las insolvencias, el sector de la construcción ha aprovechado las circunstancias, contribuyendo con la mitad de la disminución total observada. Otros sectores, como los servicios a terceros, el automotor o la industria textil, se siguen beneficiando del dinamismo del consumo de los hogares, impulsado principalmente por la caída de la tasa de desempleo (8,6% en el cuarto trimestre tras 9,3% en el tercero), la debilidad de las tasas de interés y el aumento de los niveles de confianza. Todas las regiones se benefician de esta evolución, incluida Ile-de-France, que había observado un aumento de las insolvencias por cuatro años consecutivos. Mientras que las microempresas han apreciado una evolución de su situación, el resto de las empresas ha observado un dinamismo aún mayor, disminuyendo el costo de las insolvencias, tanto en términos financieros como en materia de empleo.

El número de insolvencias debería continuar decreciendo en el transcurso del año: Coface prevé un descenso de 3,6% en 2018. Esta caída, menos pronunciada, se debe, principalmente, a la aparición de algunos signos de desaceleración del crecimiento (limitaciones de suministro- especialmente en materia de contratación – tasa de utilización de la capacidad de producción a su nivel más alto en diez años), así como a los efectos retroactivos asociados al gran número de empresas creadas en los últimos años. Aunque 2018 debería seguir la tendencia de recuperación continua, también podría representar un punto de inflexión, ya que se espera que la economía francesa alcance un pico máximo en el ciclo, al igual que el resto de las economías avanzadas. Además, el panorama de las empresas francesas es más heterogéneo de lo que sugiere sólo la tasa de insolvencias: a pesar de haber caído significativamente desde la crisis, incluso por debajo de su nivel de 2007, la tasa de empresas en dificultades sigue siendo igualmente alta si incluimos todas aquellas que son insolventes o no rentables. En un contexto de tasas de interés bajos, que favorece la utilización de créditos de bajo costo, el porcentaje de empresas “zombies” ha crecido en los últimos años.

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