El 30 de octubre, los presidentes Xi Jinping y Donald Trump se reunieron por primera vez desde 2019, en el marco de la cumbre de la APEC en Corea del Sur. Las dos potencias alcanzaron un acuerdo táctico que le da a EE.UU. tiempo para diversificar sus fuentes de tierras raras y a China margen para manejar presiones deflacionarias y avanzar hacia la autosuficiencia tecnológica.
Las concesiones anunciadas ofrecen un respiro a las empresas globales, pero el acuerdo sigue siendo frágil: persisten disputas clave sobre semiconductores y tierras raras, y cada parte mantiene ventajas que podrían reactivar las tensiones comerciales.
Puntos clave del acuerdo en Kuala Lumpur
Aranceles
EE.UU. reducirá los aranceles sobre el fentanilo del 20 % al 10 %, bajando el tipo global sobre importaciones chinas del 41 % al 31 %. Además, se prorroga hasta noviembre de 2026 la suspensión de aranceles recíprocos del 24 %.
China podría eliminar aranceles del 10-15 % sobre productos agrícolas estadounidenses.
Controles a la exportación
EE.UU. suspenderá por un año la regla del 50 % de subsidiariedad en controles de exportación. China pospondrá por un año los controles sobre cinco tierras raras adicionales y la aplicación de regulaciones extraterritoriales.
Visitas oficiales
Trump viajará a China en abril; Xi visitará EE.UU. más adelante.
Agricultura
China se compromete a aumentar compras de soja, ganado y hortalizas estadounidenses.
Tasas portuarias
Ambos países acuerdan una pausa de un año en tasas portuarias recíprocas.
Macroeconomía: una tregua que frena la desvinculación, pero no la detiene
El acuerdo reduce temporalmente aranceles y evita nuevas restricciones, lo que dará un apoyo moderado al comercio bilateral. Para China, esto implica una leve mejora en las proyecciones de crecimiento (+0,2 puntos, hasta 4,4 % en 2026), gracias a una posible recuperación de exportaciones y menor presión por deslocalización.
Pero el impacto será limitado: la diversificación de cadenas de suministro sigue en marcha y sectores como electrónica y farmacéutica siguen vulnerables a futuros aumentos de barreras.
En síntesis: la dependencia de EE.UU. de las importaciones chinas sigue alta, y las tensiones geopolíticas (Taiwán, guerra tecnológica) continúan pesando sobre la planificación empresarial.
Impacto por sector
Tecnología y semiconductores
La suspensión de restricciones sobre software crítico da aire a China, pero EE.UU. no cedió en chips avanzados, manteniendo cuellos de botella para fabricantes chinos.
Tierras raras
El aplazamiento de controles chinos permite a EE.UU. ganar tiempo para acumular stock, pero la dependencia estructural persiste: China controla el 90 % del refinado mundial.
Agricultura
Productores de soja en EE.UU. se benefician, aunque los volúmenes siguen por debajo de la media histórica y China continúa sustituyendo con Brasil.
Bienes de consumo
La baja de aranceles podría impulsar exportaciones chinas de textiles y juguetes, pero sin revertir la tendencia a desviar producción hacia terceros países (Vietnam, India).
Esta tregua ofrece un respiro, pero sin garantías duraderas. Las empresas deben mantenerse alertas ante la fragmentación de las cadenas de valor.
La competencia estratégica entre EE.UU. y China sigue siendo un riesgo inminente para el comercio global
emphasizes Junyu Tan, Economista de Coface para el Norte de Asia
Leé nuestra evaluación completa del riesgo país y las previsiones para China y EE.UU.
1- En febrero de 2025, Estados Unidos impuso aranceles del 10 % a los productos chinos, alegando que China no había hecho lo suficiente para frenar la entrada de precursores del fentanilo en el país. Estos aranceles se duplicaron al 20 % en marzo.
2- El 29 de septiembre, el Departamento de Comercio de Estados Unidos publicó una nueva norma que amplía el alcance de la Lista de Entidades (las entidades que figuran en esta lista deben obtener una licencia especial para importar productos o tecnología estadounidenses) para incluir cualquier filial propiedad en un 50 % o más de una empresa incluida en la lista. Las entidades que figuran en la lista deben obtener una licencia especial para importar productos o tecnología estadounidenses.
3- El 9 de octubre, el Ministerio de Comercio chino anunció que las entidades extranjeras deben obtener la aprobación del Gobierno chino para exportar productos que contengan tierras raras chinas que representen el 0,1 % o más del valor del producto, o que incorporen tecnología relacionada con las tierras raras chinas.




