Barómetro de Riesgo País y Sectorial: Actualización trimestral de Q2 - 2020
Unas semanas después de las primeras medidas de alivio de la contención, la actividad económica parece estar repuntando en la mayoría de los países europeos. Sin embargo, unos dos meses después de China, esta recuperación gradual y parcial no borrará los efectos de la contención sobre el crecimiento: la profundidad de la recesión en 2020 (una caída del 4,4% del PIB mundial según Coface) será más fuerte que en 2009. A pesar de la recuperación prevista para 2021 (+5,1%) - en ausencia de una segunda ola de la pandemia - el PIB seguiría siendo de 2 a 5 puntos inferior en los Estados Unidos, la zona euro, Japón y el Reino Unido con respecto a los niveles de 2019. El aumento previsto del ahorro preventivo de los hogares y la cancelación de las inversiones de las empresas debido a la persistente incertidumbre sobre la evolución de la pandemia, así como el carácter irrecuperable de las pérdidas de producción en algunos sectores (en particular las actividades de servicios y las materias primas utilizadas como combustible) explican la falta de un efecto de recuperación rápida. Es cierto que las medidas adoptadas por los bancos centrales han contribuido a estabilizar los mercados financieros desde abril, especialmente los de los países (sobre todo de Europa occidental) que hasta ahora han contribuido a mantener la capacidad de producción de algunas empresas, principalmente mediante el aumento del endeudamiento. No obstante, también están aplazando los ajustes en materia de empleo y de flujo de caja de las empresas.
A pesar de las medidas de apoyo público, Coface prevé que las insolvencias de empresas aumenten en un tercio en todo el mundo de aquí a 2021 en comparación con 2019. Como ya hemos destacado en nuestro anterior Barómetro de abril de 2020, esta tendencia debería afectar a todas las principales economías maduras: Estados Unidos (+43%), Reino Unido (+37%), Japón (+24%), Francia (+21%), Alemania (+12%). Sin embargo, muchas economías emergentes (+44% en el Brasil, +50% en Turquía) también se verán perturbadas por las consecuencias económicas de las medidas de bloqueo combinadas con la caída de los ingresos del turismo, las remesas de los trabajadores expatriados y los ingresos relacionados con la explotación de commodities cuyos precios han disminuido.
Este fuerte aumento del número de insolvencias refleja un incremento del riesgo de crédito de las empresas a corto plazo (6 a 12 meses), cuyo nivel medio es evaluado por Coface cada trimestre - por país, en una escala de ocho niveles - a partir de datos macroeconómicos, financieros y microeconómicos. A diferencia de las agencias de calificación, la evaluación del riesgo país (CRA) de Coface no tiene como objetivo medir el riesgo de insolvencia de los gobiernos a mediano plazo. Coface ha tenido en cuenta el aumento de los riesgos crediticios observado durante el trimestre anterior, que se ha traducido en 71 degradaciones de la calificación CRA, es decir, un poco más del 40% de las economías cubiertas en todo el mundo. Lo mismo ocurre con los 13 sectores de actividad evaluados en 28 países que representan el 88% del PIB mundial, de los cuales alrededor del 40% han sido degradados. No es de extrañar que el transporte sea el sector más afectado por la crisis de la movilidad, seguido por el sector automotriz y el comercio minorista, que ya se encontraban en una posición débil el año pasado. En el otro extremo del espectro, la industria farmacéutica y, en menor medida, la agroalimentaria, los segmentos de medios de comunicación y telecomunicaciones del sector de las TIC son los más resistentes.
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