¿Persisten los tiempos difíciles para Sudáfrica?
El comportamiento del crecimiento en Sudáfrica ha ido en declive desde la crisis financiera global. Desde 2011, cuando alcanzó su punto máximo, la tasa de crecimiento (influenciada por la caída de los precios de los commodities y los problemas de suministro energético) ha continuado su desaceleración. Aunque las intensas sequías han afectado a la agricultura en 2015, las actividades en el sector servicios (como las finanzas y la venta minorista) fueron dinámicas.
¿Puede persistir esta situación? Después de contraerse en el primer trimestre de 2016 un 0,1% respecto al año anterior, el PIB sólo creció un 0,6 % en el segundo trimestre. El crecimiento fue debilitado principalmente por la agricultura y la minería. En un futuro próximo, las relaciones de Sudáfrica con China, la volatilidad de los mercados financieros globales, las políticas internas y la aprensiva confianza de los inversores son factores que podrían continuar obstaculizando el rendimiento económico del país.
¿Cómo hará frente el país a estos desafíos? Sudáfrica cuenta con varios aspectos favorables, el más destacable es ser la segunda economía más importante del continente. También se beneficia de una economía altamente diversificada y es considerado uno de los países líderes en términos de producción industrial, a pesar de los problemas de competitividad originados por los elevados costos de producción. El país todavía tendrá que sortear tiempos difíciles, ya que el crecimiento global experimentará sólo una ligera recuperación, y no se prevé un repunte sustancial de los precios de los commodities. Más aún, los impactos podrían ser aún mayores si el país pierde su calificación de crédito. A pesar de que dos de las tres grandes agencias de calificación mantenían el riesgo soberano de Sudáfrica al nivel de finales de noviembre (la de Moody’s dos puntos sobre la calificación “basura”, en Baa2 y la de Fitch un punto por encima, en BBB-), el riesgo se mantiene, con persistentes dificultades económicas en el horizonte. Coface prevé un débil repunte del crecimiento de un 0,8% en 2017, tras estancarse en 0 en 2016.
Este informe analiza también los sectores automotriz y agroalimentario. Aunque el nivel de riesgo para estos sectores es relativamente preocupante, la industria automotriz continúa atrayendo importantes inversiones de los grandes operadores internacionales. El sector agroalimentario aún podría ofrecer oportunidades de exportación, en particular al mercado europeo.
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Contenído:
- Sin señales de una recuperación sólida en Sudáfrica
- Riesgo sectorial: mayores perspectivas de riesgo