Rusia está saliendo de la recesión, pero ¿en qué medida y plazo?

Entre 1999 y 2008, el PIB de Rusia aumentó una media de un 7% anual. En 2009, la caída de los precios del petróleo provocó una profunda recesión en el país (-7,8%) y posteriormente cesó el efecto de los factores que habían apoyado el crecimiento. Una nueva caída de los precios del petróleo a mediados de la década de 2010, asociada a un contexto internacional desfavorable (disminución de la demanda en Europa, sanciones, etc.) originó una contracción durante dos años consecutivos (-2,8% en 2015 y -0,2% en 2016). Entre 2009 y 2016, el crecimiento medio anual se situó en un valor cercano a cero. Para 2017, la previsión de crecimiento de la economía rusa vuelve a ser positiva, aunque débil (1%, según las previsiones de Coface).

No obstante, en su plan de desarrollo a mediano plazo, las autoridades rusas tienen como objetivo un crecimiento mínimo anual del 5%. La necesidad de un cambio en el modelo de crecimiento, dictado por  un contexto internacional cambiante (una caída de los precios del petróleo que puede mantenerse en el tiempo)  parece que ha sido bien aceptado por las autoridades del país. También es urgente que  Rusia recupere un ritmo de crecimiento suficiente para frenar el deterioro del nivel de vida de su población, cuyo porcentaje viviendo por debajo del umbral de pobreza superaba el 13% en 2015, frente al 11% de 2012.

Sin embargo, la situación política tanto nacional como internacional, así como las limitaciones estructurales y cíclicas, no son propicias para realizar un cambio y las condiciones para una recuperación en la actividad parecen muy lejanas: aunque está previsto un aumento del crecimiento, este no debería superar el 1,5%, sobre todo si no se levantan las sanciones ni se aplican medidas para mejorar la gobernabilidad. No obstante, la actividad debería ser más dinámica en algunos sectores, como el agroalimentario y el químico. Por otra parte, tras dos años de fuertes descensos (-36% en 2015 y -11% en 2016), la venta de automóviles aumentó en marzo y en abril de este año, anunciando una tendencia más positiva para este sector en 2017.

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Contenído:

• Mientras las perspectivas del sector petrolero no son muy favorables, la diversificación de la economía rusa se enfrenta a limitaciones estructurales
• Rusia debe encontrar la forma de incrementar su competitividad