Coface prevé un descenso del 13% de las insolvencias de las PYMES en España y su estabilización en Francia en 2014
Con perfiles comparables en términos de actividad empresarial, España y Francia están siguiendo una tendencia preocupante en lo referente a las insolvencias de empresas.Sin embargo, las PYMES [1] de ambos países han evolucionado de manera diferente desde la crisis de 2008-2009, y las previsiones de insolvencias para 2014 subrayan aún más esta divergencia.
Las PYMES están sobrerrepresentadas en las insolvencias de Francia y aún más en las de España
En Francia como en España, el nivel de insolvencia de las PYMES sigue siendo preocupante, y su impacto económico es significativo ya que ellas dan empleo a más de un tercio de los asalariados y representan un porcentaje importante del valor añadido [2] – el 32% en Francia y el 37,4% en España.
Sujeto a las fluctuaciones (ligeramente inferiores al 4% en un año [3], a finales de marzo de 2014, después de un fuerte aumento del 30% en 2013), las insolvencias de las PYMES españolas superan el nivel registrado en 2009. Estos 2.765 casos representan el 31% de las insolvencias de empresas en el país. En Francia, la tendencia ha aumentado a lo largo de un año (+4% a finales de marzo de 2014) y afecta a 4.682 PYMES, que representa el 7,3% de las empresas. Sin embargo, en contraste con el caso español, el número de insolvencias está mejorando gradualmente desde su nivel récord de 2009 (5.155 insolvencias).
Una crisis, dos trayectorias
El clima macroeconómico particularmente difícil en España parece explicar las dificultades de las PYMES. Al mismo tiempo, la dureza de la crisis (descenso del crecimiento en un -1,2% en 2013) dio lugar a un profundo cambio en las PYMES españolas. A pesar de la elevada deuda (97,9% del PBI en el tercer trimestre de 2013), que obligó a éstas a reducir sus pasivos, en detrimento de su capacidad de inversión; y la gran presión sobre el flujo de efectivo, derivado de la contracción del crédito, la rentabilidad de las PYMES aumentó. Su rentabilidad fue de casi un 45% en 2013, mientras que Francia registró el margen más bajo de Europa (30%). La otra consecuencia positiva de la crisis es que para compensar el estancamiento de la demanda interna, las PYMES españolas han tenido que abrirse al mercado internacional, de tal modo que el 25% de ellas son actualmente exportadoras (en comparación con el 19% de Francia), lo que ha suavizado la recesión.
En Francia, los efectos de la crisis han sido menos marcados, no obstante. Aunque la demanda se ha mantenido firme, la oferta francesa ha sufrido. Observamos también una atrofia peligrosa de la situación de las empresas, como lo demuestra el alto y persistente nivel de insolvencias. Las PYMES no han mejorado la competitividad de sus precios, lo cual les hubiera permitido ganar cuota de mercado en las exportaciones. Éstas necesitarían un apoyo importante por parte del consumo doméstico, sin embargo, poco a poco este apoyo es cada vez menor, como se observa por la contracción del gasto de los hogares observada en el primer trimestre de 2014 (0,5% menos en relación al cuarto trimestre de 2013).
Perspectivas estrechamente vinculadas a las exportaciones y el consumo de los hogares
Por todo lo dicho anteriormente, se han identificado tres factores clave en el modelo de previsión para insolvencias de las PYMES españolas y francesas. Estos son: la influencia del sector de la construcción (predominante en insolvencias), la dependencia de las PYMES del consumo y en las exportaciones de bienes (en España) o servicios (en Francia).
Según las previsiones de Coface para España - donde se confirma la recuperación - bajo el supuesto de un ligero repunte del consumo (1,1%), un aumento significativo de las exportaciones de bienes (5,5%) y la estabilización de los costes de mano de obra de la construcción, las insolvencias de las PYMES deberían caer al menos un 13%. En Francia, la mejora no será tan significativa. El número de insolvencias de las PYMES debería estabilizarse (-0.5% esperado en un año), sujeto a un ritmo moderado del aumento del consumo (+0,8%), al dinamismo de las exportaciones de servicios (+3%) y a un ligero aumento del coste de la mano de obra en el sector de la construcción +0,5%).
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[1] PYME: Empresa con un número entre 10 y 249 empleados, con ventas anuales no superiores a los 50M € o un balance general por debajo de los 43M €.
[2] El valor añadido de los sectores empresariales, excluyendo la agricultura, actividades financieras y de administración pública. Fuente: Eurostat.
[3] Desde febrero de 2013 a marzo de 2014, en comparación con el mismo período del año anterior.